Como señala Gary Hamel, la innovación continúa siguiendo una ley exponencial: por cada 1000 ideas descabelladas, solo 100 merecerán que se experimente con ellas. De estas 100, sólo a 10 se les atribuirá una inversión significativa; pero finalmente sólo 2 o 3 producirán beneficios reales.
Del post La creatividad se aprende
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